Posesion

   

                                                                    Posesión

Oh, Maligno. Te he visto tantas veces. En sueños y en la vida real. Has disfrutado de tus victorias, devorando vidas, familias y países. Te relames con la sangre y los jugos de tus víctimas. Estás en tu mejor momento, seguro de tu victoria, sintiéndote poderoso.

Has arrebatado muchas almas, incluso las de personas buenas. Aquellos que creyeron que una simple desviación en el camino los llevaría más rápido hacia sus metas, sueños, felicidad y anhelos. Pobres almas, quemándose en la agonía de tus abrazos en tu reino. Y aún así, disfrutas viéndolas arder incluso mientras están en este mundo.

Eres despiadado. No te importa si son madres, abuelas, niños o padres. Te los llevas con cáncer, accidentes o enfermedades degenerativas y mentales. Pones bombas, violas niños y haces pactos para no envejecer. Pero al final, todos mueren de igual manera. Aunque luzcan más esbeltos y hermosos, los gusanos se los comerán por igual. Y tú disfrutas desde tu infierno aquí en nuestra amada Tierra.

¿Por qué los niños? ¿Por qué los inocentes? Ten el valor de atacar solo a aquellos que te escogen, que votan por ti, que te prefieren en las urnas. Pero no lo harás, porque eres cruel y cobarde. La cobardía que da el poder te ha cegado.

Me pregunto por qué disfrutas dañando lo que un día fue creado hermoso y perfecto. Eres tan mediocre que necesitas destruir a partir del trabajo creativo de otros. Das lástima.

¿Por qué los niños? ¿Por qué poseerlos?

Te vi mientras crecía: en la sangre de los caminos de mi barrio, en cuerpos inertes sin vida al amanecer. Te vi en mi familia. Atacaste a tantos y te llevaste a pocos, pero causaste tanto daño en el proceso. Hiciste sufrir a muchos, llorar y pasar noches de insomnio.

Sé que estás presente; puedo ver tus acciones en sutiles señales y otras no tan sutiles. Hablo de ti para que no pases desapercibido; quiero que la gente sepa cuál es tu plan y por qué lo haces. Eres malo y careces de piedad. Tus ansias de poder y control te han cegado.

Tu descaro ha  llegado al punto de atacar activamente mi casa, mi familia y mi vida. Pero nunca imaginé que usarías a un niño para decirme que estabas ahí. No eres todopoderoso. Tus días, están contados. Mientras, sigues apurado destruyendo todo lo que puedes.

Disfruta el tiempo que te quede ; el final llegará y recordarás que también fuiste creación.

La vergüenza te alcanzará, pero será demasiado tarde.