Los ojos
Los ojos Los ojos. Los ojos que te miran hoy no serán los mismos mañana. La luz con la que aún te alumbro se apagará; y tu figura de hoy, mañana no existirá. Se apagarán mis luceros y, si tengo suerte, no será muriendo. Se apagarán mis amores y mis ilusiones, y con ellas, tú también dejarás de existir. Somos tan importantes como el amor con que alguien que nos ame. No importa cuánto pensemos que valemos; en este mercado de carnes, también existe la inflación. Y la autopercepción de tu valor no te hace tener esa importancia de manera automática. En serio: se apagarán mis ojos y, con ellos, tu presencia. Ya no serás el brillo que te ilumina, ni la esperanza que te da vida. El tiempo se agota de cansancio, de desánimos y tristeza. Ya no hay lágrimas que lubriquen esos faros de luz que antes te daban vida. «Ojos vacíos», me dijiste un día; y aun en esos momentos, mi luz resplandecía en tu esenci...